Arte en una botella. Diseño de etiquetas de vino
Para diferenciar un producto visualmente de sus competidores, para que sea más atractivo, para despertar un deseo… las etiquetas de vino son la parte más visible de cualquier producto enológico y es básico que su diseño sea atractivo para el público y los consumidores, que cuente una historia, que refleje los valores de la marca.
Además de trabajar para que el diseño de etiquetas sea claro, esencial, de fácil visibilidad y en el que la tipografía y el diseño personalizado formen una unidad, nos esforzamos en que las etiquetas evoquen un sentimiento, un recuerdo, un deseo… El diseño de etiquetas de vino nos obliga a mantener un delicado equilibrio entre experiencia, creatividad e intuición que despierta nuestro lado derecho del cerebro y nos hace disfrutar de nuestro trabajo.
Claves para una buena etiqueta de vino
Cuando una bodega saca al mercado una marca de vino, la etiqueta de un vino y su diseño se convierte en casi tan importante como lo es la elaboración del vino, su precio, cómo se promocionará o su posicionamiento (como se diferenciará de todas las competidoras).
Las miradas del comprador se dirigen a la etiqueta o a lo más visual de la botella.
El 20% de los compradores que entran en una tienda y empiezan a desesperarse con tantas etiquetas de tantos perfiles y coloridos y orígenes y precios… terminan por decidir por la estética, la ilustración, la tipografía o el formato de la botella.
Para ello en Dubidú seguimos algunas pautas fundamentales para acertar con el diseño y un buen packaging de vinos:
- La etiqueta debe reunir la esencia del mensaje y más aún la parte frontal, supone toda una valla publicitaria digna de aprovechar.
- Trasmitir por la etiqueta que tu vino es bueno
- Tus etiquetas deben dirigirse a tu público target.
- Ni se te ocurra copiar el embalaje de tu competidor, siempre medita en qué packaging ofrecerá menos tentación de ser copiado.
- La caja del vino es casi tan importante como la etiqueta porque es fácilmente reutilizable para recordar la marca.
- Es cierto que la etiqueta debe compartir espacio con una extensa lista de datos regulados, pero no es problema para dejar volar la imaginación y dar rienda suelta a un mensaje condensado, gráfico y único.
- Fotografías, tecnología, ecologismo, globalidad, artesanía, cultura retro, viajes, sostenibilidad o modas son elementos muy interesantes para reflejar en una etiqueta y llamar la atención del público más joven. Y de todos estos valores entendemos todos.
- ¿Cuándo debe ser la voz de alerta de que debes cambiar la etiqueta de tu vino? Cuando tengas la constancia de que empiezan a bajar tus ventas. Será un impulso y un argumento de buenas noticias para que tus comerciales lo puedan comunicar.
¿Crees que las botellas comunican mensajes ya saturados y ya es hora de cambiar hacia nuevos modelos de packaging? Contacta con nosotros y diseñaremos la etiqueta de vino más auténtica que hayas podido ver.